Las relaciones con el conocimiento y la forma de aprender se transformaron a raíz de la pandemia. Conoce las implicaciones que esto trae y qué oportunidades supone para las empresas.
El covid-19 aceleró numerosos procesos en las empresas y la sociedad. Uno de ellos se relaciona con la educación a distancia y por medio de pantallas: como las personas no podían salir de sus casas ni aglomerarse en espacios cerrados, tuvieron que adaptarse a interactuar en los entornos digitales y a sacarle el mejor provecho a la virtualidad para continuar sus estudios.
A este reto del mundo después de la pandemia se le llama neoconocimiento, uno de los que el Observatorio de Tendencias de SURA identificó con el fin de generar preguntas e hipótesis que permitan a las personas y empresas enfrentar los desafíos del futuro.
Estas reflexiones, producto de la observación, constituyen un insumo valioso que las organizaciones pueden aprovechar para adelantarse a las necesidades del consumidor; qué esperar de él y qué ofrecerle a partir de los canales que se están habilitando para facilitar la enseñanza virtual y la democratización del conocimiento.
Elementos en los que se refleja el neoconocimiento
Miguel Ángel Cuartas, del Observatorio de Tendencias de SURA, afirma que el neoconocimiento consiste en las nuevas formas de acceder y crear conocimiento. Además, cómo esto modifica la relación entre el ser humano y las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
Hay tres subtendencias, dice Cuartas, que ayudan a entender mejor este fenómeno, a repensar nuestra relación con la educación y a identificar desafíos para las compañías.
- Cazador de aprendizajes: la capacidad que tiene un individuo para adaptarse, por medio de la flexibilidad y la experimentación, se potencia en tiempos de crisis. El interés por descubrir nuevas soluciones abre la puerta al deseo de adquirir conocimientos y despertar el gusto por diversas temáticas, todo esto dentro de internet como núcleo y espacio donde se da la caza del aprendizaje.
- Confianza priorizada: todas las seguridades que teníamos tanto en el Estado como en los sistemas de salud, la ciencia y el bienestar se vieron afectadas por el covid-19. La infoxicación (exceso de información) y las noticias falsas generaron desconfianza en los medios de comunicación. La nueva normalidad hizo que dicha confianza se trasladara al mundo virtual y que se fortaleciera un sentimiento de búsqueda de la verdad en la sociedad.
- Hágalo usted mismo: en la pandemia se impulsó la realización de actividades y productos que antes delegábamos o comprábamos. Por ejemplo: aprender a hacer pan, a coser, entre otras acciones. Las marcas aprovecharon esto para ofrecer a los clientes la posibilidad de formarse y crear en casa como medidas de empoderamiento y autocuidado.
Es fundamental que las empresas identifiquen los cambios que están moldeando la nueva realidad de los consumidores con el fin de que adapten sus productos y servicios a lo que hoy es relevante. Descubrir formas de combatir la infoxicación, propiciar conocimiento verdadero y responsable por medio de herramientas digitales y buscar la verdad en la ciencia sin demeritar los conocimientos autóctonos de las comunidades son puntos de partida para entender el mundo pospandemia.
Fecha de publicación: junio 02 de 2021.
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