Habilidades para la vida y su papel en tu desarrollo profesional

El crecimiento profesional está estrechamente relacionado con las habilidades para la vida, pues de ellas depende el desarrollo de tus labores como independiente y que establezcas relaciones fuertes con los demás.

Las habilidades para la vida contribuyen al desarrollo de un óptimo desempeño personal y laboral en tanto son recursos emocionales, sociales y de conocimiento para “enfrentarse exitosamente a las exigencias y desafíos de la vida diaria”, como las definió la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de promover y fortalecer la salud. A partir de entonces, han sido fundamentales en cada ambiente del ser humano.

Si te desempeñas como independiente, potenciar en ti las habilidades es aún más esencial, pues tu triunfo profesional depende por completo de tu capacidad para desenvolverte en un mundo cada vez más competitivo y globalizado.

Liliana Patiño, analista de educación y líder de la célula de Salud Mental de ARL SURA, afirma que cualquier individuo, incluso sin haber pasado por procesos educativos formales, tiene las aptitudes que le permiten cultivar las habilidades para la vida. Sin embargo, es clave reforzarlas desde una perspectiva con miras al futuro porque el entorno laboral está cambiando y las destrezas con que cuentan las personas son insuficientes para encarar los retos por venir.

¿Cómo se clasifican las habilidades para la vida?

• Habilidades de conocimiento: son la memoria, la atención, la percepción, la creatividad, el pensamiento abstracto y todo lo relacionado con el procesamiento de la información.
• Habilidades emocionales: facilitan la gestión de las emociones en diversos contextos y el afianzamiento de la empatía y la tolerancia.
• Habilidades sociales: posibilitan la comunicación con los demás y el desempeño adecuado en cualquier situación social, laboral o familiar. Comprenden la comunicación asertiva y el manejo de conflictos.

Edificar puentes

En el ámbito laboral, las habilidades para la vida facilitan tus relaciones interpersonales y la interacción social, así como reforzar tus aptitudes, en especial si trabajas de manera independiente. Estas son algunas:

• Pensamiento crítico-analítico: es la capacidad de analizar experiencias y datos con objetividad y, a partir de ello, tomar decisiones más apropiadas. Como independiente, mira cada contexto desde todos los puntos de vista posibles para saber, con mayor certeza, cuáles son los pasos a seguir.
• Creatividad e innovación: tienen que ver con utilizar los procesos de pensamiento en busca de respuestas innovadoras a los desafíos vitales. ¿Cómo lograr que un proceso sea más efectivo o que tus ventas aumenten? Ser creativo e innovador es pensar distinto y lograr lo impensable, encontrar caminos diversos para cumplir tus propósitos y darles la vuelta a las situaciones que se presentan en tu cotidianidad.
• Autoconocimiento: implica reconocer tu personalidad, características, idiosincrasia, fortalezas, debilidades, aspiraciones, expectativas, etc. Cuando sabes quién eres, te fijas metas más realistas, hallas la mejor forma de automotivarte y gestionar tu tiempo y estableces vínculos más fuertes con quienes te rodean.
• Capacidad de afrontar cambios: significa prever, examinar y darles la bienvenida a las transformaciones. En el trabajo como independiente eres tu propio líder y, como tal, debes adaptarte a las circunstancias sin comprometer tus metas ni tu desempeño. Lograrlo conlleva que prestes atención a tu entorno y que abras la mente a las oportunidades que pueden traer los imprevistos.

Otras habilidades para la vida son la empatía, la comunicación asertiva, las relaciones interpersonales, entre otras. Todas son imprescindibles en la vida laboral, expresa Liliana Patiño, pues mediante ellas te conectas con los propósitos de tus quehaceres diarios. El éxito depende del balance entre las que tienes como sujeto y las que te exigen tus tareas.

Pasos para desarrollar tus habilidades

Como trabajador independiente afrontas factores no comunes en otros entornos laborales, como tener ingresos variables, no contar con horarios fijos o mantener una relación a largo plazo con clientes y proveedores. Quizá cuentes con ciertas cualidades naturales, pero la disciplina te llevará a explotar tu potencial, desempeñar tu labor de forma eficiente y sortear los obstáculos bajo otras perspectivas. Cada habilidad requiere constancia y preparación. Para ello:

1. Reconoce tus aptitudes innatas y las que más necesitas. Este es el primer paso para identificar las que te hacen falta o debes reforzar.
2. Una vez lo hagas, construye un plan de mejora y ejecútalo. Haz cursos y seminarios, participa en talleres y grupos de conversación y consume contenidos como pódcast y videos.
3. Si lo consideras pertinente, asesórate con expertos. No te frustres si sientes que no encajas en ciertos roles; es normal que seas bueno para unas cosas y no tan bueno para otras. Explora tus talentos.

Fecha de publicación: agosto 8 de 2022.

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