¿Cómo evitar actos de exclusión en tu empresa?

Te contamos cómo identificar comportamientos de exclusión y fomentar una cultura inclusiva dentro de tu empresa, siendo el diálogo la herramienta esencial para fortalecer la empatía.

Hoy, más que nunca, las empresas deben estar abiertas a las diferencias culturales, religiosas, étnicas, raciales y de género que existen entre sus empleados. Sin embargo, es importante que, como líder, estés atento a las conductas sutiles de exclusión que se dan en algunas ocasiones y que pueden desmotivar o desmoralizar a tus colaboradores si no son modificadas a tiempo.

Pero ¿qué son actos de exclusión? Estos se presentan, por ejemplo, cuando un trabajador mayor es descartado por creer que no encaja en la empresa, la cual está compuesta, en su mayoría, por millennials (nacidos entre 1981 y 1996); o cuando un líder le da el crédito a un hombre por la idea que dio una mujer o si en las celebraciones solo se tiene en cuenta a quienes practican una religión más predominante.

Reconocer cada uno de estos actos para hacerlos conscientes en la cotidianidad y saber quiénes son sus protagonistas permite la realización de actividades que mejoren la comunicación con el fin de detener las microagresiones en el lugar de trabajo, promuevan el respeto y la valoración de la diferencia y construyan un equipo más estimulado.

Compromiso de los líderes es fundamental

“Los líderes que buscan fomentar una cultura inclusiva deben discutir temas delicados como el racismo o el sexismo de una manera abierta”, dice Andrés Felipe Alzate Restrepo, especialista en Talento Humano de SURA, quien agrega que, entre los actos de sexismo, por mencionar un caso, se encuentran las diferencias salariales y laborales entre hombres y mujeres.

Según la Organización Mundial del Trabajo, en su informe de 2018 sobre igualdad de género en Colombia, las mujeres como fuerza laboral ocupan el 58,8 %, mientras que los hombres el 82,6 %, lo cual refleja la existencia de actos de exclusión. Para el experto, las posiciones de liderazgo pueden favorecer o desfavorecer ese tipo de conductas, por lo que debe haber responsabilidad. Es posible que la empresa tenga como política velar por la igualdad y la equidad, pero todo se queda en el papel si los líderes no se comprometen. Asimismo, si estos últimos buscan inclusión, pero esta no es una política de la organización.

En el libro Actos sutiles de exclusión: cómo entender, identificar y detener las microagresiones, Michael Baran y Tiffany Jana resaltan que la mayoría de los actos de exclusión se dan por ignorancia o prejuicio y, para manejarlos, es vital identificar el sujeto de cada acto, sea individual o grupal:

• Iniciador: es quien comete el acto y no necesariamente es agresivo. Es clave ayudarlo a reconocer su falta para que la identifique y mejore.
• Aliados: interfieren para defender a la víctima de algún sesgo por parte del iniciador.
• Espectadores: se quedan en silencio y no toman acciones.

Fomentar la inclusión en tu compañía 

Para implementar una cultura corporativa inclusiva en tu empresa es indispensable, según Baran y Jana, que todos trabajen en equipo y llamen la atención sobre los actos de exclusión que se presenten. Los iniciadores deben reconocer su transgresión y comprometerse a cambiar su comportamiento, mientras que los espectadores necesitan asumir un papel más proactivo y empático. Por su parte, el líder también debe:

• Facultar a los integrantes de recursos humanos para que intervengan de manera constructiva cuando sea necesario.
• Implementar el liderazgo ejecutivo (planear, organizar, direccionar y asumir el control de un proyecto), fundamental para el éxito en la promoción de la diversidad e inclusión en la empresa.
• Hacer énfasis en que la discriminación sutil o de cualquier tipo no son aceptadas en la organización.
• Aplaudir y agradecer a las personas que inician las conversaciones sobre los ASE (actos sutiles de exclusión) y liderar con el ejemplo.
• Adoptar una política sobre los ASE si la organización no la tiene.

Beneficios de la prácticas de inclusión

Andrés Alzate resalta que estas tienen ventajas desde cualquier perspectiva porque trascienden las relaciones profesionales y benefician, en general, todos los vínculos humanos. En entornos laborales, las prácticas más importantes son:

• Fomentan la confianza y colaboración en el equipo de trabajo.
• Crean un ambiente productivo y abierto a la retroalimentación.
• Establecen una cultura de transparencia, civismo interpersonal y responsabilidad.
• Ayudan a que los involucrados sean más colaborativos y tengan más probabilidades de permanecer en la empresa.

A continuación, conoce los actos sutiles de exclusión más recurrentes en las empresas y cómo manejarlos.

Fecha de publicación: febrero 01 de 2021.

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