Proyectos y aplicaciones para el bienestar de las personas en situación de discapacidad

Los avances tecnológicos son claves para brindar soluciones a las personas en situación de discapacidad, pero se requiere una apertura mental y cultural que nos permita entender las verdaderas necesidades de esta población.

La tecnología y los dispositivos digitales, cuyo uso está en crecimiento, han sido determinantes para responder a los requerimientos de los diferentes grupos poblacionales. En el caso de las personas en situación de discapacidad, estos les brindan apoyo en su día a día como herramientas pedagógicas y educativas, así como para el ocio y la comunicación.

Ana Isabel Restrepo, directora de proyectos de la corporación Makaia, que potencia capacidades para el desarrollo social desde la cooperación, la tecnología y la innovación, asegura que “estar distantes de la tecnología solo aumenta la brecha social, es por eso que, entendiendo las realidades de las comunidades, identificamos cómo la tecnología agrega valor a lo que hacen y cómo les ayuda a mejorar sus procesos y condiciones de vida”.

Sin embargo, opina Restrepo, la tecnología cambia constantemente y así hoy existan aplicaciones específicas para personas en situación de discapacidad, si no saben cómo buscarlas o acceder a ellas es probable que en poco tiempo sean obsoletas. “Se requiere lo básico: ese acercamiento para identificarlas y encontrarlas. De ahí la importancia de los procesos de formación y desarrollo de capacidades que adelanta Makaia, por los cuales se integra la tecnología a la vida de las personas”, señala.

Herramientas para la discapacidad al alcance de todos

En los procesos de inclusión todos pueden ayudar. Si bien por un lado están las personas que acompañan desde la formación, por el otro hay quienes buscan acercar las herramientas a las comunidades de manera asequible, pues los altos costos son parte de los principales obstáculos de la población en situación de discapacidad para apropiarse de los dispositivos tecnológicos. Por ejemplo: con artículos cotidianos es posible fabricar instrumentos que en el comercio son costosos. 

El proyecto Bibliolabs, del Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín, promueve el uso creativo de la tecnología. De acuerdo con César Mazo, articulador del programa Cultura Digital del Sistema, esta iniciativa está compuesta por laboratorios de experimentación (espacios dotados con máquinas y kits de robótica para la fabricación digital). Además, cuenta con una línea de accesibilidad en la que se han desarrollado algunos elementos como:

• Prototipo de lector de libros, con el que, al poner los textos sobre una caja de madera, se reproduce el audiolibro correspondiente.
• Impresora braille de bajo costo.
• Dispositivo con impresión 3D para personas a las que, por parálisis cerebral, no les es posible erguirse en silla de ruedas.
• App llamada Charly (inspirada en un usuario del sistema que tiene varias discapacidades cognitivas), que permite la interacción por medio de pictogramas, y otra aplicación para aprender lengua de señas colombiana.

El uso y la fabricación de las herramientas es libre y gratuito, así que tanto los beneficiarios como quienes deseen participar en los proyectos pueden escribir al correo electrónico culturadigital@bibliomed.gov.co.

Para Mazo, lo más valioso es la integración entre las personas. Hay que “trabajar por los errores que todavía cometemos, como ver con lástima a una persona con discapacidad. Muchas veces se cree que la discapacidad está en las otras personas cuando somos nosotros los que no estamos en la capacidad de saludarlas ni de responderles o hacernos entender”, dice el experto.

“La principal barrera frente a la discapacidad es cultural”

Muy parecida a la postura de Mazo es la de Felipe Betancur, cocreador de la fundación familiar Todos podemos Ayudar, que enseña cómo elaborar, de forma casera, productos de apoyo de bajo costo para todo tipo de discapacidad, y asesora sobre programas de accesibilidad para celulares y tabletas.

Actualmente, avanzan en la creación y el perfeccionamiento de dispositivos que facilitan actividades como agarrar objetos, comer, estudiar y pintar, los cuales en el mercado cuestan miles de dólares y se pueden obtener solo por mil pesos colombianos usando, por ejemplo, una impresora 3D. Según Felipe, la vida es un conjunto de muchas necesidades y hay que entenderlas al hablar de inclusión. La principal barrera que tenemos en la accesibilidad no es una app o un programa, sino que es social y cultural. “Se construye un edificio con tecnología de punta y los mejores arquitectos a cargo, pero si entra una persona con discapacidad y escucha que quien lo recibe avisa por el citófono que llegó un inválido o un cieguito, todo se perdió”, añade.

Insiste en que antes de profundizar en los avances tecnológicos y las herramientas digitales, hay que entender las necesidades del otro, según su discapacidad, y vivir su realidad. Para esto “es importante aprender, aunque sea, cinco palabras en lengua de señas. La persona con discapacidad ya conoce sus limitaciones. El problema es cuando solicita un servicio y quien lo atiende no sabe responder. El reto es para la población no discapacitada, pues no todos saben saludar en lengua de señas, pero sí en inglés”, afirma Betancur.

Todos podemos Ayudar (respondiendo a su eslogan Soluciones reales a problemas reales) enseña a cualquier persona lengua de señas, sistema braille, términos básicos y adecuados de comunicación y claves para el turismo accesible. Quien desee acercarse a estos servicios o apoyar la labor puede comunicarse por medio de las redes sociales de la fundación, en las que aparece como Ayudas para todos (Facebook, YouTube e Instagram).

Aplicaciones gratuitas para personas en situación de discapacidad

Makaia, Bibliolabs y Todos podemos Ayudar recomiendan Jaws, Zoomtext, Centro de Relevo, Arasaac y Hetah. A continuación, la descripción de cada una: 

• Jaws: ideal para que los invidentes aprovechen contenidos digitales y otras funciones de los computadores. Convierte a voz los datos que se muestran en las pantallas.
• Zoomtext: amplía la letra de las pantallas. Por esta razón, también resulta útil para personas con dificultades en la visión.
• Centro de Relevo: aplicación para personas sordas y organizaciones que prestan servicios de interpretación. Cualquiera puede usarla y sirve para comunicarse en lengua de señas o entenderla.
• Arasaac: basada en la comunicación aumentativa y alternativa (CAA). Ideal para personas con discapacidad cognitiva.
• Hetah: entre las opciones que ofrece, hay traducciones de textos a lengua de señas y braille.

Lo importante es reconocer que cada persona con discapacidad tiene sus propios requerimientos y entender que las apps no son para todos. Hay quienes no se sienten a gusto con ellas, por eso la asesoría es esencial con el fin de encontrar la ideal.

Fecha de publicación: febrero 02 de 2021.

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