Agricultura 4.0
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El desafío de modernizar la agricultura

11 julio 2022 Habita

Las transformaciones tecnológicas y digitales impactan en todas las industrias; la cadena de valor agroindustrial es protagonista de los cambios de paradigma. Las tasas de crecimiento demográfico revelan el verdadero desafío de abastecer y nutrir a la población.

La agricultura es una de las industrias más antiguas: para dar respuesta a las demandas debe adecuarse a las necesidades concretas de nuestro tiempo.

Estamos hablando de una revolución en el modelo productivo, semejante a las revoluciones industriales acontecidas durante los siglos pasados. El reto histórico está en poder proveer de alimentos a la población al mismo tiempo que los mecanismos de producción atiendan a la problemática ambiental y a cómo reducir la huella de carbono que produce la actividad humana. Para lograr este desafío, resulta esencial que la información relevante para la toma de decisiones llegue a los productores agropecuarios, quienes suelen informarse vía medios tradicionales, como exposiciones o publicaciones especializadas del sector y comunicaciones personales.

La tecnología resulta ser la herramienta que motoriza esta transformación. Así surge la agricultura 4.0 como un modelo de producción que promueve una forma novedosa de cultivar, basada en el uso de la información: recopila y analiza información sobre el campo con el objetivo de mejorar la calidad y eficiencia de los cultivos y también reducir el impacto ambiental. Entre sus beneficios, se destacan un aumento en la productividad, mayor capacidad de gestión a distancia y en tiempo real para mejorar la toma de decisiones, aplicación de dosis variable y reducción del uso de químicos. Todo esto a la vez que se abren las puertas a nuevos mercados y se reduce el impacto en el medio ambiente.

Uno de los factores más relevantes a la hora de poder afrontar esta transformación tiene que ver con la eficiencia con la que estas tecnologías puedan operar en los cultivos, es decir, bajo qué estándares funcionan, cuáles son los fundamentos con los que implementan soluciones y si los resultados que arrojan son funcionales para la operatividad del negocio agroindustrial. En esta línea, hace algunos años lanzamos GeoSURA, una plataforma para que nuestros Asegurados puedan realizar seguimiento de los principales indicadores climáticos —como precipitaciones, probabilidad de granizo, temperaturas extremas—. Así mediante técnicas digitales podemos brindar información relevante para la toma de decisiones del negocio.

En definitiva, es fundamental comprender que esta industria requiere conocimientos específicos y que puntualmente el productor de seguros de agro es un profesional especializado que cuenta con la formación necesaria para que realmente haya un entendimiento acerca de las problemáticas del sector y así ofrecer soluciones que atiendan a los riesgos propios de la industria, como las heladas, vientos o sequías. A ello se le suma la incorporación de dispositivos y softwares, un recurso que cada vez más agricultores usan y comprueban que la agricultura 4.0 llegó para quedarse y que la industria deberá ser parte de estas transformaciones digitales.